Inventado por un padre que casi pierde a su hijo por un trozo de galleta mal tragado. El bebé se quedó sin poder llamar a sus padres porque el trozo de galleta le bloqueó la respiración, y por milagro se salvó la vida cuando su padre volvió a la cocina.
Permite a los bebés disfrutar de los placeres de la comida fresca sin el riesgo de ahogarse con trozos demasiado grandes o mal masticados.
Los bebés a esta edad (alrededor de los 5 meses), saben morder pero no saben aún masticar bien. Es por esto que a veces se atragantan con un trozo de comida.
Ideal para dar frutas, quesitos, verduras, galletas, etc. Sólo los nutrientes atraviesan la malla doble de seguridad. Las pieles, los huesos, etc. se quedan en la malla.
Homologado por la CE. No contiene ni Latex, ni PVC, ni tintes, ni Ftalatos, ni Bisfenol-A. Las mallas son blancas para que puedas saber cuando limpiarlas.
Contiene 4 recambios.
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